Hace exactamente 28 años, en 1981, durante el "I Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe" realizado en Bogotá (Colombia) se declara el 25 de Noviembre como Día Internacional de la Lucha en favor de la No Violencia contra la Mujer.

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Hace exactamente 28 años, en 1981, durante el "I Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe" realizado en Bogotá (Colombia) se declara el 25 de Noviembre como Día Internacional de la Lucha en favor de la No Violencia contra la Mujer.
Entrevista a Eugenio Zaffaroni
El miembro de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni, advirtió que estamos inmersos en un modelo de governance que postula como sinónimos delincuencia, pobreza y adolescencia.
¿Qué responsabilidad tienen los medios de comunicación en la creación del imaginario de inseguridad?
No hablaría de responsabilidad, sino de una táctica que desde hace algunas décadas viene siendo en los Estados Unidos la forma de manejar la política por el miedo. En distintas épocas se manejaron distintos temores: en la época de Nixon se manejaba el miedo al cáncer, el miedo al delito, la ley y el orden y la guerra nuclear. En las últimas décadas, las administraciones republicanas como forma de Goverment manejaron el temor a la criminalidad violenta. Últimamente este miedo se identifica con el terrorismo. La amenaza no está afuera sino que convive con nosotros. Cuando se manipula la construcción de la realidad y la experiencia cotidiana se vuelve tan dispar, se convierte en disparate. Cuando sale un político a decir que hay que sacar al ejército a la calle para reestablecer el orden, la confiabilidad en la transmisión se deteriora.
¿Cuál es el imaginario que se crea entonces?
Una cosa es la realidad y otra es la manipulación. Lo que se maneja políticamente es un temor a la criminalidad violenta asociado a estereotipos, y éste es el criminal violento pobre, joven y adolescente. Esta fragmentación genera un alejamiento de las clases medias respecto de los sectores menos favorecidos. Da la impresión que cada pibe pobre es un asesino en potencia. Se llega a decir que el mayor grado de homicidios es cometido por adolescentes de 14 o 15 años, en realidad no hay datos fehacientes que corroboren esa afirmación.
¿Cuál es la lectura de la realidad, entonces?
Lamentablemente no conocemos la realidad. Tenemos una sensación de que hay una mayor frecuencia de determinados delitos, pero tampoco existe un brote de homicidios dolosos en la calle. El mayor riesgo de muerte violenta en la argentina es el homicidio de tránsito vial, luego los suicidios, los homicidios intrafamiliares, intragrupales, entre conocidos. De cualquier manera en delitos contra la propiedad mas o menos violentos no tenemos una estadística o datos cuantificables. Daría la impresión de que a nadie le interesa operar sobre la realidad, no se toman el trabajo de hacer técnicamente un cuadro de situación, entonces estamos tratando de prevenir un fenómeno que no conocemos y eso lleva a inversiones presupuestarias absurdas.
¿Cómo pensamos entonces una política de seguridad?
El problema es que no conviene ni interesa a nadie, ya que hacer una política de Estado en materia de seguridad es también hacer una política de estado en redefinición de un modelo de policía. Se inicia hoy y se verá el resultado en 10 años y esos no son los tiempos de la política. El tiempo de la política esta condicionado por la elección que viene, y el Estado se transforma más bien en un espectáculo, ya que lo que interesa es la proyección mediática que del hecho en sí. Lamentablemente no tenemos una política de Estado, y lo mediático responde a una governance que va acompañada de un fundamentalismo moral: no se reconoce que haya factores sociales de la violencia sino a meras decisiones de carácter individual.
¿Las reformas penales sirven?
Se buscan soluciones de tipo retributivo que se pretenden hallar en la ley, y lo único que se hace es destruirla a través de enmiendas absurdas al código penal, que ya no es un código, sino un montón de artículos deshilvanados. El código es una ley orgánica y esto de orgánico no tiene nada, está fragmentado, es un montón de disposiciones que alteran todos los valores que emergen de la Constitución, donde vale más la propiedad que la vida. No tiene ningún efecto práctico en materia preventiva, a los asesinos, violadores se los persigue con papelitos. Centrar todo en el delito violento tiene la ventaja de esconder otros aspectos del tema. En Argentina el peor delito es ser pobre: funciona como si delincuencia, pobreza y adolescencia fueran la misma cosa. Pero es una governance, no es algo que se le ocurre a alguien ni lo inventamos en Argentina.
¿Que características tiene este modelo de governance?
El modelo de governance se mueve a través del temor al delito, que genera una moral retributiva de responsabilidad exclusivamente individual. No es un modelo que se queda exclusivamente en el estado o en el sistema penal, sino que va cambiando todas las instituciones: la escuela, la universidad, el hospital, se le mete en la cabeza de la gente el modelo punitivo de responsabilidad exclusivamente personal, a través de la publicidad.
¿Qué responsabilidad tiene el sistema policial, en este contexto?
Es un tema complicado pero no es exclusivo de la provincia de Buenos Aires. Tenemos un conglomerado de 13 millones de personas, la Policía de la Provincia de Buenos Aires en un sector, la Federal en otro, la Policía que se está armando en la Ciudad de Buenos Aires en otro; y no tenemos un modelo. Daría la impresión que hay decisiones que carecen de sentido: que la Policía Federal se esté ocupando de los carteristas de la Ciudad de Buenos Aires es raro. Que la ciudad de Buenos Aires no tenga comunas, es raro. Que por la falta de comunas una eventual policía local no tenga control comunitario, es raro. Que en la provincia de Buenos Aires aparezca uno y diga que hay que meter balas, son cosas que carecen de sentido. La incidencia del personal de fuerzas de seguridad en el delito, en homicidios intrafamiliares es grave también.
¿Cómo se conjugan todos estos factores?
Hay una estratificación de la victimización, la criminilización y una politización que se mueven hacia el mismo lado. De donde se seleccionan los policías, los criminalizados y los victimizados son del mismo sector. No creo en las conspiraciones, pero esta es una táctica de control de exclusión que es funcional, porque en la medida en que se maten entre los pobres en consecuencia no dialogan, no tienen conciencia, no molestan, no pueden organizarse, no tienen protagonismo y se neutralizan. Pensar que el control de la exclusión va a venir por los cosacos del Zar, no tiene sentido. No hay cosacos ni zar. El control viene por el aumento de contradicciones dentro de los mismos segmentos sociales.
Fuente: Oxigeno (Rev.Oficial GEN).
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En el "Dia Universal del Niño*" levantemos nuestras voces para gritar:
"En la Argentina no se considera violencia el hecho de burlar la ley"*
Diana Scialpi es socióloga y pionera en la investigación del fenómeno de la violencia laboral institucional en el empleo público. Más todavía: la audaz hipótesis de la especialista, es que la violencia en la administración pública es la condición necesaria para instalar la corrupción en el Estado.
-A propósito de "El acoso moral en el trabajo", el libro de Marie France Hyrigoyen, se empezó a hablar más de esa cuestión. Diana Scialpi, hizo una investigación, en la Argentina en el ámbito de la administración pública.
-En los noventa empezó una investigación exploratoria de violencias perpetradas en la Administración Publica. Eligió ese ámbito porque allí se da un tipo de violencia laboral especial, y más siniestra, afirma.
-¿Por qué más siniestra?
-Porque se trata de una violencia perpetrada por quienes tienen la responsabilidad social y legal de cuidar a otros dentro de una institución, sea ésta familiar o el propio Estado. Desde ese enfoque, me propuse describir la calidad que tiene la violencia cuando es generada por el que "debe proteger". La transformación del protector en violento. Es más devastadora porque ocurre en un ámbito laboral y falseada por un discurso que niega lo que está pasando.
-¿Nos ayuda con un ejemplo?
-En esa época se dijo que se emprendía una "modernización del Estado" y asistimos al desguace más absoluto de las instituciones públicas. Un Estado que selecciona a los servidores públicos "a dedo", sin tener en cuenta la idoneidad y los antecedentes de los candidatos para ejercer un determinado cargo público, no puede ser eficaz. Resulta una organización injusta y por lo tanto, violenta. Los efectos de esa violencia laboral institucional, que llamo violencia político-burocrática", son doblemente devastadores. Además de afectar a la salud física y mental de los empleados públicos, es una condición previa y necesaria para emplazar la corrupción en el Estado.
-O sea que las políticas de transparencia, una administración más honesta, digamos- ¿tienen un correlato con las condiciones de trabajo en la administración?
-¡Por supuesto!... Tanto que dediqué varias publicaciones a establecer la correlación entre violencia laboral en los organismos públicos y la corrupción en el Estado.
-Hablando específicamente de la ciudad, ¿cómo se revela la violencia laboral?
-A esta altura, tenemos que aclarar que, en materia de violencia laboral, sea en el sector público o privado, no contamos aún con una ley nacional, ni tenemos claras políticas públicas. Por lo tanto, la Argentina no produce información cuantitativa ni cualitativa confiable en la materia.
-Pero la ciudad, junto con otras provincias, sí tiene una ley sobre violencia laboral, ¿no mejora eso la situación?
-Sí, es cierto, la ciudad sancionó la ley sobre violencia laboral en enero de 2004, pero a mi juicio requiere mejoras. Reconoce sólo la violencia laboral vertical (de superior a subordinado, aunque también hay entre pares), y no contempla atención a los afectados. La ley de Santa Fé es mejor.
-¿Cuál es exactamente la diferencia entre acoso moral y violencia laboral?
-El "acoso moral" es una de las treinta modalidades de violencia laboral reconocidas por la OIT en su informe mundial "Violence at Work" (que no se publica en español). Otra diferencia -y aquí cito a Marie France Hirigoyen, quen acuñó el concepto-, es que la dificultad para defenderse del acoso moral reside en un hecho del que casi nunca se dispone de pruebas. Esto significa que estamos ante una violencia interpersonal, que en la mayoría de los casos ocurre sin testigos y desestabiliza a la víctima, quien no puede demostrar lo que está padeciendo.
-Defíname el término "acosar".
-Es someter sin reposo a pequeños ataques repetidos. El acoso humilla y es repetido.
-¿Hay países donde el acoso psicológico laboral está tipificado como un delito?
-Sí, en Suecia. Además, obviamente, tienen estadísticas sobre el tema, lo que permite elaborar políticas públicas serias.
-¿Qué se puede hacer desde el poder político?
-El poder político puede y debería- honrar la ley, intención que debería traducirse en una perseverante campaña pública para que todas las leyes sean cumplidas y su incumplimiento sea implacablemente sancionado. Los argentinos incumplimos masivamente las leyes y lo hacemos con impunidad. Por añadidura, el Estado, responsable de cumplirlas y hacerlas cumplir es el que viola sistemáticamente las leyes de empleo público, las leyes de Ética en la Función Pública, las leyes de Riesgo en el Trabajo. Nuestra principal tragedia, creo yo, es que no consideramos violencia al hecho de violar la ley.
-Al margen de las falencias, hablemos de lo que tenemos hoy: ¿qué puede hacer, en concreto, un empleado de la administración pública que se considere víctima de violencia en su lugar de trabajo?
-La ONG Instituciones Sin Violencia (N.de la R: Scialpi la presidió entre 2004 y 2006), impulsó la creación de la primera oficina de Denuncias de Violencia Laboral. Funciona en la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, que dirige Manuel Garrido.
*Fuente: Por Laura Di Marco
A partir de mañana podrá ser escuchada en Buenos Aires la especialista francesa en temas de violencia Marie France Hirigoyen. Quien señaló que la violencia psicológica puede convertirse en un 'verdadero asesinato', y conceptualizó por primera vez el malestar producto de la violencia que se produce en los ámbitos laborales, dio una nota a Artemisa Noticias antes de participar de un congreso internacional sobre el tema.
La especialista francesa, Marie-France Hirigoyen, estará en Buenos Aires los días 13, 14 y 15 de noviembre para participar en el II Congreso Internacional Violencia, Maltrato y Abuso. Hirigoyen es médica psiquiatra, psicoanalista y psicoterapeuta de familia especializada en la terapia del acoso moral o acoso psicológico. Se formó en victimología en Francia y en Estados Unidos. Es una de las expertas más reconocidas a nivel mundial sobre acoso moral.
En 1995 publicó en Francia una memoria titulada La destrucción moral, las víctimas de los perversos narcisistas. Centrando entonces su investigación en la violencia psicológica, en 1998 divulgó el ensayo El acoso moral, el maltrato sicológico en la vida cotidiana, que se tradujo posteriormente a 24 idiomas. A ésta le siguieron otras obras que también tuvieron una gran llegada a la sociedad -El acoso moral en el trabajo, Mujeres maltratadas y Las nuevas soledades-.
En entrevista con Artemisa Noticias, Marie France Hirigoyen, cuenta sobre sus experiencias con los lectores y adelanta sus nuevos trabajos.
- Después de las investigaciones que lleva realizadas: ¿considera que las mujeres son el blanco del acoso?
- En general las mujeres son más a menudo víctimas del acoso que los hombres por varias razones. Puede estar relacionado con el machismo habitual: hay comportamientos que los hombres sólo permiten tenerlos con una mujer y no con otro hombre. Por otra parte, las mujeres ocupan lugares subalternos en sus profesiones, donde tienen menos oportunidades de defenderse. Además, es muy común que una mujer que se niega al acoso sexual sea posteriormente objeto de acoso moral (me refiero al libro de Juan José Millás Hay algo que no es como me dicen). Hablamos poco sobre ello porque las mujeres no se atreven a hablar. Por último, muchas mujeres no se atreven a defenderse. No criamos a nuestras niñas como criamos a nuestros niños. A los niños les decimos '¡Defiéndete, no lo dejes! Y a las niñas les decimos 'Sé agradable, sé comprensiva'. Las mujeres no se atreven a hablar sobre un comportamiento que les desagrada, no se atreven a poner límites.
-¿Cree que con toda la información disponible y los programas que tienen por objeto proporcionar información sobre la violencia, las víctimas pueden reconocer en el corto plazo a un perverso?
- Cualquiera puede ser víctima de acoso. No sólo los más frágiles. Todo depende del contexto. Sin embargo, hay personas que son más resistentes que otras porque tienen una buena autoestima, tienen confianza en sí mismas y no han sufrido un trauma en su infancia.
- El perverso, de acuerdo con sus descripciones, es una persona que quiere detentar el poder y que no duda en utilizar a otros. ¿Estas personas tienen, en general, un lugar de poder o lo generan?
- El ejemplo típico del acosador es el narcisista perverso, es decir, una persona hiper adaptada a la sociedad en la que vivimos, y especialmente al mundo de los negocios. Lo que importa en nuestro tiempo es el éxito inmediato, es la buena imagen, los precios de las acciones del día siguiente, aunque en el largo plazo esto lleve a la empresa a la ruina. Este individuo desarrolló su inteligencia a expensas de lo emocional y no tiene escrúpulos en manipular a alguien o en despedir personal. Lo que le importa es el poder y, de paso, el dinero. Esto no es una enfermedad psiquiátrica en el sentido de que estas personas no sufren, aunque sí hacen sufrir a otros.
Además de esto, algunas personas pueden, incluso si no son perversas, tener un comportamiento perverso en ciertos contextos, por ejemplo, si se sienten amenazados, o simplemente porque carecen de la capacidad para dirigir un equipo. También puede ser el caso de un obsesivo, muy cuidadoso, que no admite la culpa, y hasta puede tornarse agresivo. En este caso, no son necesariamente maliciosas las intenciones. Tercera posibilidad, los que no pueden manejar el estrés y lo transmiten a sus empleados.
- En una entrevista realizada por el diario La Vanguardia, usted precisaba que el agresor se dedica hacerle sentir al otro que es alguien incompetente, y esto hiere mucho al orgullo del otro. Por lo tanto, si alguien ve una actitud perversa, debería informarlo, hacerlo saber. Sin embargo, ¿considera que la víctima siempre esta predispuesta a comunicarlo o a buscar ayuda de inmediato?
- Una vez que sentimos que sufrimos, tenemos que ser capaces de hablar con alguien. De esta forma se puede observar si lo que vio y vivenció era algo normal o si era realmente el acoso. Si lo observamos solos no podemos tomar distancia del hecho. En Francia, por desgracia, las víctimas no siempre saben a quién recurrir. De hecho, pueden acudir a las asociaciones, pero a menudo están sobrecargadas, o a los consultorios de enfermedades profesionales en algunos hospitales, pero hay muy pocos. De lo contrario, el médico laboral y el departamento de recursos humanos se supone que deben ser buenos interlocutores. Es importante no recurrir rápidamente a la justicia, primero es importante informarse acerca de los derechos con los que contamos ya sea a través de los inspectores laborales, de un sindicato o de un abogado. Y sobre todo, no quedarse solo en todo esto.
-El acoso moral y el acoso sexual pueden llegar a ser confundidos en algunos casos por la víctima. ¿Qué tipo de recomendación daría a los comunicadores y psicólogos para aclarar concretamente la división?
- El acoso moral y el acoso sexual son dos caras de un mismo proceso de abuso. En ambos casos, el abusador usa al otro como un objeto para afirmar su posición de poder para dominar. Se trata en ambos casos de procesos abusivos, no deseados. Cada vez que esto sucede, la persona objeto de dichas acciones debe preguntarse: '¿Este comportamiento tiene que ver conmigo? Si la persona no puede hacer esta separación, es porque está bajo control y no sabe qué pensar, entonces le corresponde a los psicólogos ayudarla a analizar la situación.
-¿Considera usted que el pretexto de 'tolerancia' se puede hacer más visible en sociedades donde la creencia religiosa tiene una mayor influencia?
- El desarrollo del acoso en todo el mundo no tiene nada que ver con las creencias religiosas de una sociedad. Está mucho más ligado al cambio de la sociedad bajo la influencia del cambio en el mundo del trabajo. Es cierto que los métodos actuales de ‘management’ basados en la búsqueda del rendimiento provocan la aparición del acoso al causar estrés y por falta de consideración a los empleados. Les pedimos a los empleados ser hiper-adaptables, competentes en todo momento y no admitimos la menor debilidad. Todos estos factores no son acoso como tal, sino que están preparando la base del acoso.
-¿Qué tipo de cartas o preguntas recibe normalmente por parte de sus lectores?
- He recibido miles de cartas de personas que me agradecen, que dicen que mis libros les sirvieron para ver más claro, ayudaron para ponerle palabras a una situación que habían experimentado. A menudo dicen: '¡Usted ha contado mi historia!'
-¿Está escribiendo otro libro?
- Hace poco escribí otro libro que describe la sociedad narcisista e individualista, donde estamos, Las nuevas soledades, y ahora estoy trabajando en otro llamado ¿Verdad o mentira?, un título provisional.
Fuente: Artemisa Por Carolina Escudero, 11.11.2009
El viernes comenzará en Buenos Aires el II Congreso Internacional, III Nacional y IV Regional Violencia, Maltrato y Abuso, presidido por Eva Giberti y al que asistirán especialistas internacionales, entre ellas Marie France Hirigoyen.
Del 12 al 15 de noviembre, Marie France Hirigoyen participará junto a Jeffrey L. Edleson y Kathleen Faller del II Congreso Internacional, III Nacional y IV Regional Violencia, Maltrato y Abuso en la Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la Universidad del Salvador. El encuentro estará organizado por Salud Activa y CIAPSI y contará con el respaldo del portal dePSICOTERAPIAS.com como desarrollador del proyecto.
Este congreso, bajo el lema Generando Redes, Transfiriendo Conocimientos y Articulando Prácticas, tendrá como presidenta honoraria a la Doctora Eva Giberti y será presentado bajo las modalidades de: simposios, mesas redondas, workshop/talleres, comunicaciones libres y pósters. De esta forma se busca sumar el aporte de representantes de las ciencias sociales, la psicología, el derecho, la medicina y la educación con el fin de generar un puente interdisciplinario e interinstitucional que permita el diseño de respuestas eficaces a la problemática de la violencia, el maltrato y el abuso.
12/11/2009 - Lo resolvió una jueza del fuero Contencioso Administrativo de la Ciudad. Declaró inconstitucionales las normas que fijan que sólo pueden casarse personas de diferente sexo. Ordenó al Registro Civil porteño que celebre la unión.
Fallo completo
Quiero compartir con ustedes, este mensaje que data de septiembre de 2006 y a pesar de los años transcurridos mantiene toda su vigencia.
Estamos aquí para decir que el pueblo sabe de qué se trata, pero que quiere saber de qué se trata cuando las instituciones republicanas que deben proveernos a todos los ciudadanos por igual las garantías básicas del derecho constitucional, de la seguridad, de la paz, de la justicia, de la equidad, de la dignidad de ser argentinos, son amenazadas en un proyecto que se parece más a una monarquía constitucional que a la participación de todos y cada uno de nosotros en aquello que votamos y que ahora tenemos que sostener.
Por Mario Pergolini y Eduardo De la Puente
Lo dejo en video para aquél que quiera no sólo leerlo sino también escucharlo...